de Sabrina Telles
Buena Vista (Mírame II)
Las veredas se cerraron sin espacio para salidas
y ni siquiera entradas.
Ya no hay espacio para aquellos que se sientan
y llevan
todo lo que piensan que les pertenece,
todo lo que no está disponible para tramitaciones.
Ya no hay espacio.
Los caminos se abren,
para que pueda llegar y quedarse,
para que vuelva a su propia casa,
para que las nociones de tiempo y espacio se detengan y sean como siempre quisieron ser:
con la calma que hay en el todo que sabe lo que es y vive de lo que es.
Acomódate...
Siento su presencia como si fuera mi ahora y mi porvenir
y siento mi cuerpo en todas las vidas:
siento el histórico y el biológico:
los hechos y las células,
las fechas y los tejidos,
las edades y los órganos,
los pasajes,
las eras,
las cadenas,
las guerras.
Y mi presencia se llena.
Yo pido todas las palabras de vuelta para que sean arte,
si yo pudiera escribirlas.
Pero estoy solamente cerca de mí en las últimas lunas
y no soy poeta como otros,
que cogieron su nombre
y lo ubicaron
y lo pintaron
y lo llevaron
a los sonidos, a las casas, a las piedras, hacia adelante...
que se transforma en lo más incandescente que sabe ser.
Quedáte.
Buena Vista (Mírame II)
Las veredas se cerraron sin espacio para salidas
y ni siquiera entradas.
Ya no hay espacio para aquellos que se sientan
y llevan
todo lo que piensan que les pertenece,
todo lo que no está disponible para tramitaciones.
Ya no hay espacio.
Los caminos se abren,
para que pueda llegar y quedarse,
para que vuelva a su propia casa,
para que las nociones de tiempo y espacio se detengan y sean como siempre quisieron ser:
con la calma que hay en el todo que sabe lo que es y vive de lo que es.
Acomódate...
Siento su presencia como si fuera mi ahora y mi porvenir
y siento mi cuerpo en todas las vidas:
siento el histórico y el biológico:
los hechos y las células,
las fechas y los tejidos,
las edades y los órganos,
los pasajes,
las eras,
las cadenas,
las guerras.
Y mi presencia se llena.
Yo pido todas las palabras de vuelta para que sean arte,
si yo pudiera escribirlas.
Pero estoy solamente cerca de mí en las últimas lunas
y no soy poeta como otros,
que cogieron su nombre
y lo ubicaron
y lo pintaron
y lo llevaron
a los sonidos, a las casas, a las piedras, hacia adelante...
("Como os invejoYo pido que sus miedos sean reemplazados por la imagen de mi rostro cuando oigo su voz,
Como os admiro
Eu que te vejo
E nem quase respiro")
que se transforma en lo más incandescente que sabe ser.
Quedáte.
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